José María Pérez Gómez
Hoy está en el punto de mira la Cárcel de Mujeres de Madrid, donde se ha destituido a toda la cúpula que dirigía aquella especie de ciénaga, donde al parecer "se practicaba sexo a cambio de favores con las presas", ¿ Qué clase de favores, se pueden practicar con quienes se hallan privadas de libertad? Se trata de una extorsión, que consentida o no, por el carácter de hallarse privadas del derecho más valorado, es sin duda alguna una violación, pues una persona que carece de libertad, no puede tener una voluntad clara.
Mercedes Gallizo, la directora general de Instituciones Penitenciarias quiere dar explicaciones de esto en el congreso. El escándalo debe ser grande para reconocerlo, pues lo normal es que se niegue cualquier argumento que ponga en evidencia el " buen" nombre de la institución, a las pruebas me remito en algunas de las quejas que yo mismo he puesto y que habéis podido ver en este blog.
Estoy espéctante de estas explicaciones; el hecho de dirigir una comunidad de perversos, saberlo y quitarle el lodo de la ciénaga donde se revuelcan estos seres hediosos, es poco menos que morboso y el negarlo es enmerdarse. El Código Penal que estudian éstos funcionarios debe ser otro, me refiero al Kamazutra, o al Código del Manejo del Pene, lo digo por lo de Penal, que pena me da. Esto no es nuevo, aunque el que se mete a funcionario quiere hacer ver y creer que esto sólo sucede en las pelis americanas y en países subdesarrollados, pero no en España, cuando la verdad es que todos encubren a sus compañeros, todos o casi todos lo saben, aunque callen y la suciedad salpica y viene salpicando desde los tiempos más remotos, porque toda la basura, todo lo que nadie quiere de la humanidad lo metemos en las cárceles donde no estorben a la alta sociedad y en este engranaje parte de la cárcel son los carceleros, que como ya no se puede ocultar, pues no es una película, sino la realidad misma, se comportan como tales que además es lo que los jefes esperan.
Algo que se masticaba en el aire, que se sabía, pero que pocos se atrevieron a denunciarlo es el comportamiento de algunos funcionarios. ¿ Inaceptable? Un funcionario de prisiones debe ser capaz de anular los derechos de los reos sin conocerlos, porque acata ordenes de superiores, debe aprobar una oposición y en premio podrá hacerlo sin que le atormente su moral o sentimientos.
El día 7 de mayo denuncié a la prisión de Morón, por comportamientos inaceptables de algunos de sus funcionarios, estos son los hechos ocurridos el día 24/04/2010 en dicha prisión, tras una serie de actos que resumo:
Conducta vejatoria con palizas incluidas hacia un familiar preso de uno de los funcionarios de aquella prisión, el mal trato que nos da cuando éste individuo está de guardia, lo hemos puesto en conocimiento del señor director, que siempre nos recibe cordialmente a pesar de que en el fondo no nos resuelve nada, por lo que he tenido problemas con otro funcionario, que reteniendo la comunicación ampliamente durante más periodo del que pudimos ver a nuestro familiar, le requerí a que por favor nos abriera, argumentando éste que no era posible pues tenían un problema informático que venía de Madrid, a lo que contesté delante de todos los familiares allí presentes ( lo que se puede constatar) que yo en mi trabajo no retengo a nadie ni estoy preso y que nos dejara salir pues nadie se iba a ir sin que les entregase su carnet. -" Usted saldrá de aquí cuando a mi me de la gana", así me respondio y de muy mala gana, además de subir nervioso y reaparecer con unos pocos de compañeros, el ambiente se cortaba en el aire. Los D.N.I.’s se quedan en poder de la prisión hasta la salida, según la normativa de la prisión.
Pues bien me han abierto un expediente injuriándome y poniendo en mi boca palabras soeces e insultantes que nunca utilizo, pues creo que tengo suficiente vocabulario para herir, sí quiero con la verdad y la retórica que nos da nuestra propia lengua.
He solicitado, pues que por la seguridad de mi familiar, sea trasladado con carácter de urgencia a otra prisión, entre otras cosas.
Pues bien me han abierto un expediente injuriándome y poniendo en mi boca palabras soeces e insultantes que nunca utilizo, pues creo que tengo suficiente vocabulario para herir, sí quiero con la verdad y la retórica que nos da nuestra propia lengua.
He solicitado, pues que por la seguridad de mi familiar, sea trasladado con carácter de urgencia a otra prisión, entre otras cosas.